Muerte súbita

La muerte súbita es un tipo de muerte natural debida a un fallo cardíaco en el que la persona pierde el pulso, es decir, su corazón deja de latir. No puede saberse cuándo va a ocurrir este episodio porque es repentino y sin previo aviso. Se sabe que se puede producir la pérdida de la conciencia sobre 1 h antes del fallo cardíaco.

Las causas de la muerte súbita son variadas pero la más importante son las enfermedades cardiovasculares. Cualquier tipo de infarto sufrido anteriormente favorece considerablemente la aparición de este suceso. El 50% de los casos de muerte súbita se produce por fibrilación ventricular que es una anomalía en el corazón que hace que este lata 250 veces por minuto y que después provoca la falta de bombeo sangíneo y consecuentemente la muerte. La muerte súbita también se puede producir por anomalías moleculares en la anatomía del corazón que son muy difíciles de detectar.

Las principales medidas que podemos tomar para que la muerte súbita no aparezca son llevar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio, no tener sobrepeso y comer pescado varias veces a la semana.

Cuando se produce un caso de muerte súbita lo que se debe hacer es practicar una reanimación o el uso de un desfibrilador para reanimar al afectado.

La muerte súbita es la causa principal de muerte en los Estados Unidos con 500.000 casos al año (1 caso cada 60 segundos).

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